sábado, 22 de marzo de 2014

15 mundos

Capítulo 15
MiENTRAS descendían por el serpenteante camino de la montaña, a última hora de
la tarde, los pensamientos de _____ giraban y se enredaban uno en otro. Cuando Joe
se había enfrentado a ella esa mañana, se había sentido segura de que él lo sabía
todo. De hecho, él sólo había adivinado lo más evidente: que la casa de la montaña
pertenecía a su familia. Todavía no se le había ocurrido que ella podía ser la hija de su
jefe.
_____ sabía que era su obligación decírselo. Pensaba cumplir su promesa de presentarle
a sus padres cuando volvieran del crucero. Pero en algún momento, antes de eso,
tendría que decirle la verdad sobre su padre.
Mientras tanto, hablaría con Danny sobre las condiciones en el trabajo, y tal vez todo
ese problema se resolviera antes de lanzarse a la turbulencia de reunir a Joe y a sus
padres. Oró pidiendo que Joe la amara tanto como parecía hacerlo, y que su amor
resistiera todos los embates durante los difíciles días que les esperaban.
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Se sentía animada porque él planeaba empezar a escribir su libro inmediatamente.
Durante el almuerzo le había explicado su idea de escribir todas las noches y ella le
había brindado su entusiasta apoyo y le había ofrecido su ayuda para corregir y editar.
Reiteró su fe en la capacidad de él y había visto con placer cómo su confianza en sí
mismo aumentaba con la alabanza de ella. Todo tendría que, salir bien para los dos,
pensó _____, mientras Joe guiaba el Corvette en el descenso de la montaña. Como
él mismo había dicho, eran muy buenos uno para el otro.
Compraron una buena cantidad de pollo frito, en el camino hacia el apartamento de
Joe y lo comieron mientras, por fin, veían juntos una puesta de sol. Luego _____ se
fue. Le había explicado antes que tenía que pasar por casa de su hermano. Joe
comento que ése era otro familiar que él debía conocer y ella le dijo que lo conocería,
una vez que se hubieran enfrentado a sus padres.
A las ocho y media _____ estaba tocando el melodioso timbre, equipado con sonido
de la Abadía de Westminster, en la puerta de su hermano y su cuñada. Danny y
Gwen poseían una casa tan elegante como la de sus padres, pero parecía más
espectacular porque tenía dos pisos, en lugar de uno. En el área de suaves colinas
en la que ellos vivían, las casas de muchos pisos eran la excepción más que la regla,
pero _____ no se había sentido sorprendida de la elección de Gwen y Danny. Ambos
parecían ansiosos impresionar al mundo.
Jeremy abrió la puerta.
-Es tía _____ -gritó por encima del hombro.
-Hola, Jeremy -dijo ella, aunque el niño no la había saludado, exactamente-.
¿Cómo estás?
-Bien.
Desde arriba, Gwen gritó:
-¡Haz pasar a tu tía, caramba, Jeremy!
El niño abrió totalmente la puerta y retrocedió.
-Pensé que ya estarías acostado a estas horas -dijo _____ a Jeremy, cuando
entró en el vestíbulo tenuamente iluminado. Del piso de arriba llegaban agudos
lloriqueos, que suponía eran producidos por Lynette.
-No -contestó Jeremy-. Yo y Lynette estábamos jugando, pero ella empezó a
romper algo y se cortó un dedo.
-Oh, espero que no sea nada serio.
_____ no pudo menos que pensar que Lynette probablemente había estado
rompiendo uno de los muchos juguetes que _____ le había regalado. Nada permanecía
entero por mucho tiempo, en las manos de esos dos niños.
-No, fue sólo un rasguño -dijo Jeremy-. Pero es una llorona.
_____ miró hacia la sala.
-Vine a ver a tu papá -manifestó, volviéndose hacia Jeremy, pero éste ya había
desaparecido. Subió corriendo la escalera hacia el escándalo producido por su hermana.
_____ se encogió de hombros y decidió buscar ella misma a Danny. Se dirigió a la sala y
dijo su nombre en voz alta.
Como de costumbre, a menos que la doncella acabara de limpiar, la habitación
parecía haber sido ocupada por vándalos. Pedazos de juguetes y secciones del
periódico dominical se encontraban esparcidos por toda la habitación, junto con un par
de trajes de baño húmedos, que estaban mojando la espesa alfombra gris.
Como no hubo respuesta a su llamada, _____ cruzó la cocina, que se hallaba en un
similar estado de desorden, y miró a través de las puertas corredizas de cristal, hacia el
patio. La oscuridad creciente había activado las luces de la piscina y el jardín. El resplandor
procedente de la piscina iluminó a Danny, en traje de baño, que se encontraba de
rodillas junto al borde, tratando de sacar algún objeto que se había atascado allí.
_____ salió al patio y él levantó la mirada hacia ella, al ver que se acercaba.
-¿Problemas? -preguntó ella.
-Jeremy metió el salvavidas redondo de Lynette aquí -dijo Danny, volviendo a
su tarea-. Es su favorito, así que estoy tratando de sacarlo sin romperlo.
-Buena suerte.
-Sí. Así que, ¿qué tal te fue en tu fin de semana las montañas? -preguntó sin
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levantar la mirada.
Por su tono comprendió que había adivinado a quién había llevado allí.
-Danny, necesito hablar contigo. Es importante.
-Mira, si es sobre tú y Tucker, no quiero saber nada, ¿te parece? Sabes bien
que mamá y papá se pondrán furiosos y no quiero que se enfaden conmigo también. Ya
estoy corriendo ese riesgo con lo que me has dicho.
-No es eso. Esto es más importante, Danny. ¿No puedes dejar eso por un
momento?
-Casi lo tengo... ¡demonios! Tendré que ponerle parche -Danny levantó un salvavidas
desinflado, con unicornios azules y dorados estampados en él y un gran desgarrón a
un lado.
-¡Danny, por favor, escúchame!
-¿Qué? -él levantó la mirada- ¿Por qué vienes furiosa, hermanita?
-Deja ya eso y ven aquí -dijo, sorprendida de con qué facilidad había dado la
orden. Se dirigió a un grupo de sillas de jardín y quitó una toalla mojada para poder
sentarse.
.Danny, con expresión sorprendida, siguió su ejemplo y se sentó en una silla
cercana a la de ella.
-Muy bien, ¿qué sucede?
-Tienes que hacer algo para mejorar la seguridad en la construcción.
Él retrocedió, como si ella lo hubiera abofeteado.
-¿Y qué sabes tú de esas cosas, maestrita?
-Sé lo suficiente. Sé el peligro que significan los cables tan frágiles que podrían
romperse en cualquier momento y aplastar a alguien bajo una carga de hierro. Sé
que debían proporcionarse gafas de seguridad a todos los hombres y que debían
ponerse tablones a modo de suelos cada tres pisos, así como barandales de
protección. No estás proporcionando ninguna de esas cosas.
-Te lo dijo Tucker, ¿verdad? -gruñó Danny-. Te ha llenado la cabeza de
mentiras, inventadas por todos esos gallinas.
-No creo que sean mentiras, Danny.
-Ah, no lo crees, ¿eh? Entonces deberías arriesgar tu lindo pellejo y subir allí para
comprobarlo, ¿no crees?
-No tengo que hacerlo. Joe ha estado llevando notas durante dos años, de
todos los trabajos que realiza. Leí esas notas ayer y cuando llegué a la parte que
corresponde a esta obra, tuve ganas de vomitar.
-Sí, y apuesto a que Tucker te suplicó que leyeras esa basura, sobre todo después de
que debe haber pasado muchas noches despierto, inventándola. Sabe quién eres,
apuesto cualquier cosa.
-No, no lo sabe, y sus notas son reales -dijo _____, cuya furia crecía en
proporción a las negativas de Danny de los hechos-. Y fui yo quien le pedí que me
dejara leerlas, no él quien quiso que lo hiciera. No tenía idea de lo que iba a
encontrar.
-No tienes idea de lo que estás hablando, punto.
-Sí, la tengo muy clara. Y quiero que se cambien todas las cosas que he
mencionado.
-Oh, así que eso es lo que quieres, ¿eh? ¿Y qué si me niego a seguir las órdenes de
una quisquillosa maestrita de escuela? ¿Qué harías entonces? ¿Acusarme a tu
novio?
-No -_____ se agarró con fuerza a los brazos de la silla-. Llamaré a papá.
-Pareces olvidar que está fuera del país.
-Los barcos que hacen esos cruceros tienen teléfono a bordo, Danny. Lo llamaré.
-Él me apoyaría a mí -le aseguró Danny en tono beligerante-. Sabe que esos
tipos son una manada de cobardes que no pueden...
-¡Danny, basta ya! O esas violaciones a la normativa son corregidas la próxima
semana, o llamaré a papá, le diré que vuelva a casa y que se encargue él mismo de
solucionar el problema.
Danny se quedó mirándola fijamente durante un minuto. Su rostro estaba en la
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sombra y ella no podía interpretar muy bien su expresión. Por fin él se movió en la silla y
miró hacia otro lado.
-Ya que hablamos de chantaje, ¿qué tal si decidiera decir a tu novio quién eres?
_____ se estremeció. Ella había pensado en eso, desde luego. El mostrarse tan
dura con Danny significaba que él tenia todo el derecho del mundo a hacer lo mismo
con ella. Tragó saliva.
-Ése es un riesgo que tengo que correr. Pero no voy a anteponer mis intereses
personales a la seguridad de esos hombres -miró a su hermano y se preguntó en
qué clase de hombre se había convertido en los últimos años-. Danny, por Dios,
¿cómo puedes arriesga de ese modo la vida de otras personas?
La mirada de él tembló al encontrarse con la suya. no tienes idea de lo que se
necesita para una compañía como ésta, en estos tiempos
-dijo con amargura-. Tú has tenido todo en bandeja de plata,
-Tu no tienes idea de lo que se necesita para dirigir una compañía como ésta, en estos
tempos –dijo con amargura-. Tu has tenido todo en bandeja de plata, y ahora, instalada
en tu cómodo trabajo en la universidad, piensas que lo sabes todo sobre nuestro trabajo.
¡Todo este maldito trabajo es un riesgo!
-Lo sé, pero tú tienes la responsabilidad de reducir al mínimo ese riesgo -se puso de
pie-. Danny, quiero que me des tu palabra de que las infracciones serán corregidas en el
curso de la semana. Haz lo que quieras respecto a eso de decir a Joe quién soy, pero
prométeme que te encargarás de que lo demás sea corregido.
Él volvió la mirada hacia otro lado y no contestó.
-Lo digo muy en serio, Danny. Si todo no está corregido para el viernes próximo,
llamaré a papá.
-Está bien, está bien.
-¿Lo harás?
-Sí.
Del interior de la casa llegó otro chillido, y ése parecía proceder de Jeremy, seguido por
la voz enfadada de Gwen. _____ miró el salvavidas roto que se encontraba junto a la
piscina y pensó en la casa, lujosa, pero descuidada, en los niños destructores y en
la esposa materialista. Danny no era nada feliz, comprendió _____ y sintió un momento
de piedad.
Caminó hacia su hermano y tocó su brazo desnudo.
-Si hay algo...
Él levantó la mirada hacia ella y _____ vio en sus ojos el dolor de los sueños rotos. Por
un momento pareció ir a decir algo, pero entonces volvió la mirada hacia otro lado.
-Vuelve a subir a tu torre de marfil -fue lo que dijo-. La gente como yo se
encargará de hacer que las cosas sigan siendo muy bonitas para ti, para que tengas
que preocuparte por nada.
Ella retrocedió ante la hostilidad de Danny. Siempre se dio cuenta de los celos de su
hermano, pero nunca había comprendido la profundidad de ellos. Se quedó de pie en la
semi-oscuridad del patio iluminado por farolas y se preguntó si algún día podrían ser
amigos, si había algo que ella pudiera decir que no sonara ridículo, frente al
creciente abismo que los separaba.
Gwen gritó por una ventana del piso superior.
-¡Danny, te necesito aquí arriba!
Danny levantó la mirada hacia la ventana, pero no movió. Con un suspiro, _____ se dio
la vuelta y se dirigió hacia la puerta.
En el recorrido de regreso a su casa, _____ pensó si debía o no llamar a Joe para
decirle todo. La posibilidad de que él se enterara a través de Danny la preocupaba
enormemente, pero no estaba segura de que Danny diera ese paso tan vengativo. A
pesar de sus defectos, Danny nunca había tratado deliberadamente de herirla y no
creía que fuera capaz de hacerlo ahora.
Le costaba trabajo aceptar la indiferencia de él respecto a la seguridad de sus
trabajadores, aunque tenía que admitir que él mismo estaba corriendo un riesgo al
hacerlo. La única explicación posible era la codicia. Podía culpar de ello a la influencia de
Gwen en la conducta de Danny, desde luego, pero no habría sido completamente
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justo, tampoco. Era un adulto. Él no tenía por qué satisfacer las demandas de Gwen
de más y mejor de todo. Pero lo había hecho, concluyó _____, y eso quería decir las
posesiones llenaban alguna profunda necesidad de Danny, también. ¿La necesidad
de competir con su inteligente hermanita pequeña, tal vez? _____ se estremeció.
Llegó a su conjunto residencial, todavía sumida en sus pensamientos, y se metió en su
espacio de aparcamiento. Cuando bajó y cerró con llave el Corvette, alguien la llamó por
su nombre. Levantó la mirada y vio a Mónica que bajaba de su desvencijado automóvil,
aparcado junto a la camioneta de _____. Carrie bajó del lado del pasajero.
Asombrada, pero contenta de verlas, _____ caminó rápidamente hacia ellas.
-¡Qué sorpresa! -dijo, sonriendo al acercarse a las dos mujeres. ¿Están los niños en el
coche?
-Los niños están en casa -declaró Mónica, sin corresponder a la sonrisa de
_____-. Con Jake.
A la tarde siguiente, en Suds y Subs, cuando el bar empezó a llenarse con los
trabajadores del hierro, _____ revisó los pedidos de bebidas, que se sabía ya de
memoria, y se las llevó a los hombres tan pronto como fueron llegando. Esa noche
tendría que trabajar más que nunca en su vida. Ante la insistencia de Jake, Mónica
había dejado el empleo.
_____ deseó que Jake no estuviera entre sus clientes del bar, porque no confiaba en su
capacidad para tratarlo con cortesía. Sabía que había sido contratado de nuevo;
aparentemente había llamado a Danny a su casa y le había pedido reintegrarse al
trabajo. _____ estaba furiosa en su interior ante la injusticia de la facilidad con que
había vuelto a su trabajo y a su familia. Después de muchas semanas de abandonar
sus responsabilidades, era aceptado de nuevo sin la menor protesta.
La furia dio a _____ energía extra y su habilidad como camarera había mejorado lo
suficiente como para permitirle manejar los pedidos mejor de lo que ella misma
esperaba. Para cuando Joe entró, se sentía tensa, pero llena de energía.
Se enfrentó a su mirada con valor, decidida a no demostrarle ningún temor de lo que
podría encontrar en su expresión. Su sonrisa fue tan cariñosa como siempre, y ella se
tranquilizó. Al menos por hoy, Danny no había revelado su secreto. Llevó a Joe y a
Mando sus bebidas, al área del billar.
-Supongo que tienes compañera de apartamento -dijo Joe en voz baja, después de
que ella le entregó su cerveza.
-Sí -_____ se permitió a sí misma el lujo de detenerse un momento para hablar
con Joe-. Nadie preguntó dónde estaba Mónica, así que supongo todos saben que la
hizo renunciar.
-Lo saben -la boca de Joe se comprimió en una línea dura.
-¿Vendrá aquí a beber? Realmente no quiero que servirle. Podría arrojarle la
cerveza a la cara.
-No vendrá. El niño Danny puede haberlo contratardo de nuevo, pero la mayor
parte de los muchachos quisiera que no lo hubiera hecho, y ninguno querría beber
con él. Prefieren tener a Mónica aquí, que a Jake.
_____ frunció el ceño.
-Ella no debería haber renunciado a su trabajo. Jake podría irse de nuevo.
-Estoy seguro de que Jake no le dejó otra alternativa.
-¿Cómo? ¿Qué quieres decir con eso?
Joe se encogió de hombros.
-Muchos tipos son así. No quieren que sus mujeres trabajen, mucho menos de
camareras en un bar.
-¡Pero eso es hipócrita de su parte! -estalló _____. Entonces bajó la voz cuando los
jugadores de billar levantaron la mirada de la mesa, hacia ella-. Cuando él la dejó, ella
tuvo que trabajar, o sus hijos y ella misma se hubieran muerto de hambre --dijo _____,
tensa de furia-. Si se va de nuevo, ella tendrá que buscar otro trabajo.
-Supongo que él piensa que no se va a volver a ir.
-¿No lo estarás defendiendo, verdad?
-No -Joe dio un trago de cerveza y la miró-. Jake es el peor ejemplo de la actitud
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machista que encontrarás por aquí; pero tengo muchos amigos en este oficio que piensan
como él. Ellos no abandonan a sus esposas a capricho, como hace él, pero les gusta
mantener el control de su casa.
_____ observó su expresión.
-Yo no podría vivir así.
-Lo sé.
Ella titubeó.
-¿Tú crees?
-Lo sé ahora, porque te conozco.
_____ dejó escapar la respiración que había estado conteniendo.
-Será mejor que vuelva al trabajo. Echo de menos a Mónica, en más de una forma.
-Sí -él acercó la cabeza un poco al oído de ella-. Supongo que iremos a mi
apartamento este fin de semana -dijo en voz muy baja.
Ella lo miró a los ojos.
-Supongo que sí. A menos que quieras ir cuando Carie no está.
Joe negó con la cabeza.
-Siento mucho esta inconveniencia –añadió _____ y a modo de disculpa.
Joe sonrió.
-No hay problema. De cualquier modo, tú no tienes suficientes almohadas.
Un leve calorcillo se precipitó por el interior de ella.
-Ten cuidado, alguien podría oírte.
-Quisiera gritarlo desde los tejados -dijo, aun que mantuvo su voz en un susurro.
_____ le sonrió con incertidumbre.
-Muy pronto -aseguró, y se preguntó si él se seguiría sintiendo así cuando sus
padres volvieran y descubriera quién era ella.
Esa noche y la siguiente en el bar fueron agotadoras para _____. Ella se preguntó cómo
podría continuar tomando notas para su estudio mientras servía el bar, lleno de gente,
en lugar de hacerlo a la mitad. Además, _____ se preguntaba si Danny estaría
haciendo las cosas que ella le había pedido el domingo que hiciera.
También se preguntaba si en el proceso, Danny no perdería los estribos y diría todo a Joe.
En las noches del martes y el miércoles, la actitud de Joe hacia ella no cambió. Hasta le
mencionó que estaba trabajando en el libro. _____ empezó a aferrarse a la esperanza de
que su hermano no la traicionaría, después de todo.
Aproximadamente a las diez de la noche del miércoles, mucho tiempo después de que
Joe se hubiera ido a su casa para escribir, _____ se dirigió a la bodega para descansar
unos momentos. Se detuvo de forma repentina en la puerta, cuando vio a Mónica,
desarreglada y con los ojos enrojecidos, sentada a la mesa, con una bolsa delante de ella.
-Dios mío, ¿qué te pasa? -exclamó, corriendo hacia su amiga.
-Todo lo malo del mundo -dijo Mónica. Le tembló el labio inferior al quitarse el
cigarrillo de la boca. Luego suspiró y puso tensa la mandíbula-. Ese bastardo. Lo siento,
_____. Estropeó algunos de tus libros. Te los he traído, pero algunos están rotos. Yo te los
pagaré, pero tal vez no puedas comprar... -sus ojos se llenaron de lágrimas y se dio la vuelta
para dar otra calada furiosa a su cigarro-. ¡Maldito bastardo!
_____ se sentó en la silla que había cerca de Mónica.
-Los libros no importan -dijo, poniendo la mano en el brazo de Mónica-. Estoy
más preocupada por ti que por esos libros. ¿Qué sucedió?
El rostro de Mónica adquirió una fiereza que _____ nunca había visto en él.
-Dijo que no quería que siguiera estudiando y yo le dije que se fuera al diablo -la mano
vacía de Mónica se cerró en un puño apretado-. Entonces empezó a romper tus libros.
Yo sólo tenía tres afuera... los otros estaban guardados. Traté de quitárselos, pero rompió
el libro de lectura, y el de gramática
-Eso no importa -dijo _____ con urgencia-. Los reemplazaremos. ¿Te encuentras
bien tú?
-Sí -los ojos de Mónica estaban brillantes de furia helada-. No puedo luchar con
él físicamente, así que procuré alejarme de él, hasta que se calmó y bebió más cervezas.
Cuando se quedó dormido en la silla, cogí todos los libros, incluso los trozos de los que
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había roto, y vine aquí -hizo una mueca-. Sentí deseos de romperle la cabeza
mientras dormía.
_____ se estremeció.
-Me alegro de que no lo hicieras.
-Tenía que pensar en los niños -el tono de Mónica se volvió desapasionado, una vez
que terminó de relatar el daño hecho a los libros-. Voy a divorciarme de él.
-Oh, Mónica -_____ sintió un escalofrío al comprender la parte que había tenido en esa
peligrosa decisión-. Jake podría hacerte daño.
La sonrisa de Mónica fue muy leve.
-No, no lo hará. No soy tonta. Voy a esperar hasta que se vaya a trabajar
mañana. Entonces cambiaré la cerradura del apartamento. Si empieza a molestar, llamaré
a la policía.
-No puedo creer que estés diciendo esto. Tú siempre...
Mónica miró a _____, como si ésta tuviera algún problema mental.
-Él rompió tus libros -explicó con paciencia-. Cuando hizo eso, algo estalló en mí.
Finalmente comprendí que él no me quiere, que no me ha querido nunca. Sólo que
tenía la cabeza demasiado dura para comprenderlo. Soy una tonta.
No, Mónica, tú no tienes la cabeza dura ni eres ninguna tonta.
Mónica aplastó lo que quedaba de su cigarrillo y miro a _____ con expresión pensativa.
-Tienes razón -dijo por fin-. No lo soy, y estoy harta de que ese tipo me esté diciendo que lo
soy.
-Yo sigo teniendo miedo por ti.
-Puedo manejar las cosas -Mónica miró en dirección al bar-. No olvides que he
hecho muchos amigos ahí afuera, son tipos que hablan muy bien el lenguaje de
Jake. Una vez que sepa cómo son las cosas, no intentará nada en mi contra.
_____ pensó en los rudos trabajadores del hierro, hombres como Mando, Smiley, Al
y Rooster. Hasta el propio Joe podía volverse rudo con alguien que amenazara a
Mónica, reconoció _____.
-Tal vez tengas razón.
-Voy al tocador, a peinarme y a ponerme un poco más presentable -anunció
Mónica, poniéndose de pie-. Luego voy a pedir a Bailey que me acepte de nuevo;
esto es, si no te importa perder algunas propinas.
-¿Bromeas? -_____ se levantó y la abrazó-. Me estaba volviendo loca, sin ti
por aquí. Pero, ¿estás segura de que es este trabajo lo que quieres?
-Por ahora sí -contestó Mónica, cogiendo el bolso. Miró con tristeza la bolsa que
había puesto en la mesa y que contenía los libros.
-Puedes llevártelos, ¿sabes?
-Pero yo te dije que los cuidaría, que no les pasaría nada, y están rotos.
-Eso no es culpa tuya. Escúchame, quiero seguir preparándote para los exámenes,
si tú lo deseas.
Mónica la miró con ansiedad.
-Dios mío, claro que quiero. Lo deseo más que nunca. Me encantó estudiar. Por
eso me enfurecí tanto cuando Jake me dijo que dejara de hacerlo.
-Por eso te dijo que dejaras de hacerlo. Él no quería que progresaras. Sabía lo
que sucedería.
-Sí, me doy cuenta de eso ahora. Y como padre, no valía mucho tampoco, ¿sabes?
Ni una vez les trajo a los niños un camión, o algo, como hiciste tú.
-Hablando de los niños, si Bailey te readmite, ¿no correrán peligro ellos, y Carrie
supongo, cuando los dejes por la noche?
El brillo alegre volvió brevemente a los ojos de Mónica.
-A Rambo no le gusta Jake. Pudo romper los libros porque ató al perro afuera.
-¿Quieres decir que Rambo mordería a Jake? -_____ recordó al perro como un
animal cariñoso y bueno; sin embargo, no le habría gustado nada ver a Rambo
enfadado con ella, decidió.
-Si yo doy la señal, o lo hace Carrie, Rambo hará pedazos a Jake -dijo Mónica-.
Y Jake lo sabe también. Quería deshacerse de Rambo en cuanto llegó a casa,
pero los niños lloraron tanto, que ni siquiera Jake, con todo lo malo que es, se
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atrevió a hacerlo. Sin embargo, dijo que Rambo tendría que estar siempre afuera.
Creo que planeó dejarlo suelto uno de estos días, con la esperanza de que se fuera.
-¿Dónde está Rambo ahora?
Mónica le dirigió su sonrisa cariñosa.
-En mi coche. Va a estar dentro de la casa, a partir de ahora.
-Bueno -_____ sonrió también-. ¿Qué vas a hacer esta noche? ¿Piensas volver
allí?
-Desde luego. Una vez que Jake se queda dormido en la silla, no se mueve en toda
la noche. Y por las mañanas casi no habla. Se irá directo al trabajo. Cuando se haya
ido, llamaré al cerrajero.
-Parece que lo tienes todo bien planeado -dijo _____, todavía asombrada de la
fría seguridad de Mónica.
-Así es.
-Si te preocupa volver a tu casa, puedes quedarte conmigo esta noche.
-Gracias, pero no me pasará nada. A estas alturas ya conozco a ese tipo bastante
bien, desgraciadamente. Es rutinario en todo lo que hace.
-Prométeme que me llamarás por la mañana, para decirme que estás bien -
dijo _____, con la esperanza de que Mónica supiera lo que estaba haciendo.
-Te llamaré. Y dile a Carrie que empaque sus cosas si quiere volver. Por
supuesto, a ella probablemente no le gustará dejar el Ritz.
_____ movió la cabeza.
-No, ella se pondrá feliz. Hemos hablado poco, pero cuando lo hemos hecho,
siempre me dice cuánto echa de menos a los niños.
-Y ésa es otra cosa -dijo Mónica, deteniéndose camino al cuarto de baño-. Los
niños no parecen nada contentos de tener a su padre en vez de a Carrie. No
había querido reconocerlo, pero no lo quieren nada.
-Es evidente que él no les ha dado motivos para quererlo.
-Bueno -Mónica suspiró y cuadró los hombros-. Tuvo su oportunidad y la
perdió.
-Así es. Sé firme.
-Tengo que serlo.
Mónica salió de la bodega y _____ consultó su reloj con rapidez antes de volver al
trabajo. Si no tenía cuidado, Bailey contrataría de nuevo a Mónica y la despediría a ella

por tomar un descanso demasiado largo.